Hablar de videos XXX es controversial. Por un lado, es una industria de entretenimiento gracias a la cual podemos ver por nuestra cuenta o con nuestra pareja episodios llenos de fantasía, pasar un buen rato y aliviar el estrés, así como obtener ideas para romper la monotonía. Por otro lado, existen muchos mitos en torno a las consecuencias de ver este tipo de videos y también se dice que ver pornografía genera falsas expectativas. 

Vayamos por partes. Primero: ¿son los videos XXX adictivos? ¿cuándo estamos ante un consumo excesivo? En uno de sus estudios, la Universidad de Cambridge (Reino Unido), estudió los cerebros de 19 hombres diagnosticados como adictos al sexo y verificó que la pornografía desencadena reacciones similares a las que causan las drogas en el cerebro de los adictos a esas sustancias. Sin embargo, esto no significa que el porno sea en sí mismo adictivo, pues dependerá de cada persona y de su predisposición a desarrollar conductas obsesivas. Las alertas de un consumo excesivo podrían ser el abandono de actividad social por preferir ver videos en soledad y la pérdida de satisfacción en las relaciones sexuales con parejas. 

Hay un aspecto sobre el que también vale la pena hablar: Muchos consumidores no llegan a distinguir que se encuentran ante una pieza de fantasía con un guión que poco tiene que ver con la realidad de un encuentro sexual entre personas comunes y corrientes. Cuando el porno se toma como real, nos deja lecciones engañosas. Por ejemplo, cuerpos entrenados, tamaños de pene XL y erecciones interminables, que nos hacen creer que solo somos deseables cuando cumplimos con dichos estándares y generan inseguridades. También, nos enseña que el sexo es sobre todo penetración, que la mujer tiene un rol más pasivo y que la violencia no consensuada durante el sexo es permisible. Por último: Ojo con la eyaculación en el rostro, pues esta puede generar ardor y daño ocular. ¡No creamos todo lo que vemos!

Por último, cabe mencionar que nuestro consumo puede marcar una diferencia. Cada vez existen más proyectos en los que se practica sexo de forma más natural y con actores con cuerpos más normales. Eso sí: Tengamos cuidado con aquellas páginas que difunden videos obtenidos sin consentimiento de los participantes.